La sequedad ocular es una molestia que afecta a un 35% de la población y va en aumento en los últimos años debido al uso de las pantallas.
Por lo general produce molestias, picor y ojo rojo pero en estadios más graves puede generar visión borrosa y lesiones en la córnea.
Se produce por la falta de lubricante (en este caso la lágrima) entre la córnea y el párpado.
Las causas de esta falta de lubricante pueden ser múltiples.
En ocasiones está causada por alguna enfermedad autoinmune como por ejemplo un síndrome de Sjögren o la artritis reumatoide, que provoca una disminución de la creación de lágrima.
En otras ocasiones puede ser debido a una rápida evaporación de la lágrima por la falta de una buena capa lipídica, como la Degeneración de Glándulas de Meibomio, también conocida como DGM. En este caso nos va a causar, a parte de molestias, una visión muy inestable. Justo después del parpadeo el paciente es capaz de ver bien mientras que segundos después pierde por completo la nitidez.
En muchas ocasiones el uso abusivo de lentes de contacto blandas nos puede ocasionar una Degeneración de Glándulas de Meibomio o Blefaritis y esto causarnos mucha incomodidad con todo tipo de lentillas blandas. Llegado este momento nos suelen aconsejar no volver a usar lentes de contacto y utilizar únicamente gafas.
Efectivamente hay situaciones que nos van a hacer mucho más propensos a tener sequedad ocular.
Por un lado tendremos los factores ambientales, es decir, los factores que nos rodean, y por otro lado los factores que son propios de nuestra salud.
Los factores ambientales que nos pueden desencadenar en molestias oculares debido a la sequedad ocular son:
En cuanto a los factores que conciernen a nuestra salud y nos pueden causar sequedad ocular son:
El factor hormonal suele ser el más común, tanto en la adolescencia como en la menopausia se producen alteraciones en la película lagrimal que derivarán en molestias oculares.
Hay muchos pacientes que durante la adolescencia se han tratado con medicamentos antiacné como el Roacutan que, siendo muy jóvenes, les hace tener molestias oculares.
El uso de medicamentos antidepresivos también nos producirá una disminución de la fabricación propia de lágrima.
El abuso de lentes de contacto blandas es otro de los factores que nos van a hacer tener síntomas de sequedad ocular.
Es muy importante utilizar lágrimas artificiales durante el porte de lentes de contacto, así como no utilizar las lentes durante más tiempo del permitido. Las lentes de contacto blandas absorben una parte de nuestra lágrima basal y, si ya de un inicio no era mucha, tendremos estas molestias que comentamos.
La cirugía ocular es otra de las causas más comunes de sensación de ojo seco. Y es que durante la cirugía refractiva corneal, como el LASIK, se realizan cortes en los nervios de la córnea. Estos nervios corneales son los encargados de “avisar” a la glándula lagrimal de la necesidad de producir lágrima y, por lo tanto, la producción de lágrima se suele ver disminuida después de realizar cirugía refractiva.
Obviamente, aquellos pacientes que antes de someterse a la cirugía refractiva corneal tenían molestias por sequedad ocular (por alguno de los factores mencionados anteriormente) después de la cirugía refractiva van a ver multiplicadas las molestias durante meses en el mejor de los casos.
En estos casos en los que el paciente tiene sequedad ocular pero desea no utilizar constantemente sus gafas, si no que les gustaría prescindir de ellas, una buena opción es el tratamiento de Ortoqueratología Nocturna.
Las lentes de contacto que utilizamos para hacer el tratamiento de Orto-K no producen sequedad ocular y, además, tenemos que sumar el hecho de que durante el día no vamos a llevar lentes de contacto puestas.
No significa que nunca más vayamos a utilizar lágrimas artificiales, ya que la sensación de ojo seco mejorará con el tratamiento pero es crónica, pero si que mejoraremos la frecuencia en la que necesitaremos un aporte de lágrima externa, ya que no usaremos las lentillas durante el día.
Es muy importante utilizar las lágrimas artificiales correctas para cada ojo, dependiendo del tipo de ojo seco que tenemos (si es evaporativo, por falta de producción, etc.) y, en el caso de sufrir blefaritis, llevar un buen control.
Soy apasionada de la contactología y optometría clínica, actualmente trabajo en IMO (Instituto de Microcirugía Ocular) uno de los centros más prestigiosos de España como optometrista y especialista en contactología.
Lo que más me importa es la salud de tus ojos, cuidaré de ellos y juntos conseguiremos lo que necesites.