24 de febrero de 2021

Síndrome de ojo seco

¿Qué es la sequedad ocular?

La sequedad ocular es una enfermedad multifactorial y más compleja de lo que puede parecer en un inicio. 

Hablamos de paciente afecto de ojo seco cuando existe alguna alteración en la lágrima que le desencadena diferentes molestias. Estas alteraciones de la lágrima pueden producirse por falta de cantidad o por falta de algún componente y esto hace que la lágrima sea de mala calidad. 

Afecta a la superficie ocular, tanto a la córnea, como a la conjuntiva y los párpados.

Es muy frecuente que el paciente afecto de sequedad ocular se sienta incomprendido o que no le den la suficiente importancia a sus molestias, haciéndole creer que es algo psicológico. Nada más lejos de la realidad, es totalmente incapacitante en algunos momentos y por ello, debe ser tratado de manera personalizada. No todo se va a solucionar con una lágrima artificial común, cada caso va a requerir un tratamiento diferente.

¿A quién afecta la sequedad ocular?

El síndrome de ojo seco es mucho más frecuente entre la población de lo que pensamos, ya que afecta a aproximadamente a un 30% de ésta. 

Al estar muy relacionado con las hormonas, afecta más a pacientes mujeres en edad de menopausia, pero también a muchos hombres de edad avanzada

Existe también una relación directa entre algunos medicamentos y el ojo seco, como los antidepresivos, ansiolíticos y algunos medicamentos para tratar el acné juvenil

Es muy común que nos encontremos a pacientes operados de cirugía ocular (más común si la cirugía es refractiva) que nos explican que desde la cirugía sienten estas molestias y que no mejoran en el tiempo.

El factor ambiental es súper importante, empeorando mucho los síntomas en ambientes con aire acondicionado, calefacción, ambiente muy seco o contaminado. 

Algunas enfermedades autoinmunes también empeoran la condición del ojo seco, como la Artritis Reumatoide, el Síndrome de Sjörgen, etc. 

También suele afectar a pacientes con lágrima artificial pobre que utilizan lentes de contacto blandas que, por un lado rompen la lágrima artificial en 2 haciéndola más débil y por otro absorbe una cantidad de la lágrima basal. 

Muchas personas que trabajan con ordenadores o lecturas prolongadas describen molestias relacionadas con una pobre calidad lagrimal.

En estos casos solemos encontrarnos con: 

  • Parpadeo insuficiente: cuando parpadean no lo hacen completo, los párpados superior e inferior no llegan a tocarse con lo cual no extienden la lágrima por la totalidad de la córnea, solo por la zona por la que han pasado. 
  • Frecuencia de parpadeo disminuida: Por lo general tenemos que parpadear unas 20 veces por minuto y este aspecto se ve disminuido cuando realizamos actividades en las que estamos muy concentrados. Cuando leemos un libro o cuando trabajamos con pantallas la frecuencia de parpadeo se suele disminuir hasta la mitad.
    Este aspecto, día tras día, nos puede causar muchas molestias que, sumado a los aires acondicionados y calefacción de la oficina, hacen el trabajo mucho más complicado y cansado.

¿Qué síntomas nota el paciente afecto de sequedad ocular?

  • Sensación de arenilla
  • Picor
  • Ojo rojo
  • Cansancio ocular: Necesidad de cerrar los ojos
  • Lagrimeo
  • Fotofobia: Molestias relacionadas con la luz 
  • Sensación de cuerpo extraño
  • Irritación
  • Lagrimeo: En muchas ocasiones los pacientes no piensan que puedan tener ojo seco por el lagrimeo excesivo y, en realidad, es al contrario. Debido a la falta de lágrima la córnea siente molestias y envía una señal nerviosa para producir más lágrima.

¿Qué signos vemos en el paciente de ojo seco?

En un paciente afecto de ojo seco podemos apreciar diferentes aspectos: 

  • Blefaritis: inflamación de los párpados
  • Ojo rojo
  • Tinciones corneales y conjuntivales: para ello aplicaremos un tinte sobre el ojo, que no molesta
  • Menisco lagrimal disminuido: Se trata de la cantidad de lágrima basal que tiene nuestro ojo. Podemos medirlo realizando el Test de Schirmer. 
  • Mala calidad de visión: El paciente refiere tener que parpadear mucho para poder ver bien y que, pasados unos segundos después del parpadeo, vuelve a ver borroso.  
  • Tiempo de ruptura lagrimal disminuido: El tiempo que tiene que tardar la lágrima hasta romperse y que sintamos la necesidad de parpadear, tiene que ser superior a 11 segundos para encontrarse dentro de la normalidad. En pacientes afectos de Ojo Seco suele ser de 5-6 segundos. 

¿Existe cura para el ojo seco?

La mayoría de las veces estamos ante casos de sequedad ocular crónica. 

Encontraremos un tratamiento que mejore los síntomas, aunque en muchas ocasiones signifique que tengamos que aplicar todos los días alguna gota. 

Tenemos que pensar en este tratamiento crónico como si fuese una crema hidratante que nos ponemos todos los días 1 o 2 veces para poder mantener la piel hidratada y sin molestias. 

Al estar ante una enfermedad crónica es imprescindible que el paciente siga el tratamiento en casa de la manera pautada. 

Tratamientos para el síndrome de ojo seco

El tratamiento del ojo seco dependerá mucho del tipo de ojo seco que tenga el paciente. 

Os indicaremos cuál es lo mejor para vuestro caso así como cuando sea necesario derivar al oftalmólogo para tratamientos más drásticos. 

Estos tratamientos pueden ser varios, indicados de manera individual o combinados y algunos hábitos que nos pueden ayudar a mejorar la sintomatología: 

  • Higiene palpebral
  • Calor local
  • Masaje para drenar Glándulas de Meibomio
  • Lágrimas artificiales con ácido hialurónico
  • Lágrimas artificiales en gel o pomada
  • Suplementos vitamínicos
  • Lentes de contacto Esclerales : Son una muy buena solución para pacientes que incluso con tratamiento no consiguen remitir las molestias. Las lentes esclerales crean un reservorio lagrimal entre la lente y la córnea que hidrata el ojo permanentemente, consiguiendo un gran confort y una mejora en la Agudeza Visual sin necesidad de poner gotas cada 15 minutos. 
  • Uso de humidificadores
  • Gafas de sol con filtros solares adecuados
  • Gafas graduadas
  • Evitar frotar los ojos
  • Realizar descansos visuales cada 20 minutos cuando trabajamos con pantallas o lectura. 
  • Ser conscientes del parpadeo: realizar parpadeos completos y aumentar la frecuencia.  
  • Cambio de lentes blandas por tratamiento de Orto-K
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